¿Por qué el Ejército quema mota?

He visto fumadores de marihuana que no dan crédito al hecho de que el Ejército Mexicano haya quemado toneladas y toneladas de la hierba decomisada la semana pasada en Tijuana, Baja California. 

Los he visto casi indignados como tal vez lo estén los que eran dueños, narcos por supuesto,  del  más grande sembradío de Marihuana del que se tiene cuenta en México en la lucha contra el narco.

Las cifras hablan por sí mismas: 120 hectáreas con infraestructura de riego y tecnología de ingeniería agrícola para lograr la producción y de supuesto camuflaje para ser detectada. Una siembra con un costo aproximado de mil 800 millones de pesos a la hora de detectarla y un monto de venta estimado en varias decenas de miles de millones de pesos.

Tras la detección del sembradío  el Ejército Mexicano procedió a incinerar todas las plantas como tradicionalmente ocurre, pero ¿Por qué lo hace?.

Estas plantas incineradas tienen muchos usos. Compañías internacionales ya producen tabletas a base de 2 de las 62 sustancias que se obtiene de la Cannabis para pacientes de Esclereosis Multiple y se producen medicamento como la Nabilona como segunda opción en caso de vómitos o naúseas después de tratamientos  de quimioterapia contra el cáncer.

Y en el mar de “beneficios” que muchas personas ven a la marihuana, podemos establecer históricamente infinidad de usos y aplicaciones en clínica y medicina que van desde disminuir la migraña hasta sanar granos en la piel, callos y ojos de pescado en los pies, pasando por medicamento contra el glaucoma, dolores musculares, relajante muscular, y hasta paliativo para atender el VIH Sida.

¿Por qué se deben quemar las plantas de la Amapola detectada?¿Por qué no se aprovechan con fines legales las sustancias que se derivan de esas plantas y que ya pertenecen hipotéticamente al Estado? ¿Por qué no se donan a los laboratorios especializados para que puedan disminuir los costos de los medicamentos que se elaboran con ellos? ¿Por qué no mandarla a un mercado legal de droga?¿Por qué no procesarla  y darle la utilidad médica, científica y legal de las sustancias viables y desechar el resto?

Las respuestas a estas preguntas, sin duda, derivan en la necesaria discusión sobre el tipo de legislación necesaria para tratar estos y otros temas asociados a la guerra contra el narco, y evidentemente, para comprender hacia donde nos lleva el gobierno en esta lucha que ya ha dejado más de 40 mil muertos. 

Los expertos afirman y así lo demuestran informes oficiales de la ONU, que existe una sobreproducción de droga en el Mundo y que particularmente en México la producción se ha cuadruplicado.

Y peor aún, concluyen que las disputas de “las plazas” que todos los días vemos y que dejan miles de ejecutados, descuartizados, enterrados en fosas clandestinas, etc, se debe a que la demanda no alcanza para consumir toda la droga que se produce y por ello los narcos andan en busca de mercados para colocarla y en busca de más consumidores. Ojo, nuestros jóvenes y niños.     

Por eso las preguntas. Si esto es así y el gobierno lo sabe de sobra por qué no nos explican por qué queman la mota ¿Cuál es la lógica de la guerra contra el narcotráfico? ¿Su lógica es evitar que los cárteles sigan produciendo droga? ¿Simplemente destruirla para evitar que llegue a consumidores finales?¿Mermar su capacidad financiera? ¿Apoyar para que la comercialización de la droga la realicen otros grupos y no los afectados?  ¿Por qué si la Marihuana tiene valor en el mercado legal (en el ilegal esa droga destruida está cifrada por expertos en más de 20 mil millones de pesos)  no se vende o se remata y se obtienen recursos mínimos para paliar los  gastos en esta guerra?  El gobierno mexicano debería dar una explicación convincente de la lógica de su guerra.

Es evidente que sin una estrategia clara para obtener beneficio del descubrimiento de sembradíos lo mejor es destruirla antes de que pueda llegar a laboratorios que la procesen e incrementen su grado de toxicidad, y produzcan más drogas sin control que con seguridad irán a parar a manos de millones de jóvenes  en el Mundo.

Pero es evidente que nadie en el País quiere ver a los militares quemando mota. Y menos sí, como en 2009,  se manda a jóvenes cadetes  de los planteles militares a su búsqueda y destrucción.  

Más allá de la incineración de la mota, prevalece el reconocimiento al Ejército Mexicano que con esta acción abatió las críticas de quienes dicen que era incapaz de detectar sembradíos de marihuana  en sobre vuelos y que gracias a a ello se había incrementado la producción de droga en el País, particularmente en Durango y Michoacán.

¿Cuál será la alternativa para ese campo, para esas  120 hectáreas de terreno con infraestructura? ¿Qué van a sembrar? En otras zonas del País la gente siembra droga porque es un excelente negocio, fácil de sembrar, rentable económicamente, y que no requiere de procesos de comercialización propios, ya que de antemano está comercializada ¿Si fueras campesino que sembrarías, maíz, frijol o marihuana?