La campaña electoral ha terminado


La campaña electoral ha terminado
El pasado miércoles terminaron las campañas electorales en el Estado de México y pese a que la llamada ley Peña, que redujo prácticamente a la mitad el tiempo de la campaña electoral, fueron 45 días de intensa actividad de los partidos y sus candidatos, como nunca antes en la historia mexiquense, para acercarse a los más de 13 millones de personas.
Fue así como se desarrolló una fuerte disputa por convencer al electorado entre tres candidatos: Uno, Alejandro Encinas, el que suscitó una posibilidad de consenso y unidad en la izquierda y diversos sectores de la sociedad; otro, Eruviel Ávila, el que obligó a que el candidato priista no fuera de la misma familia consanguínea de la que había gobernado por lo menos los últimos 50 años y evitó la ruptura en el PRI y la derrota anticipada de las elecciones; y uno más, Luis Felipe Bravo, el que garantizaba el control del proceso por parte del Presidente de la República.
Los tres candidatos fueron electos en el marco del fallido intento (pero latente de forma permanente, hasta hoy) de una alianza electoral que polarizara la elección entre un candidato de la Oposición y el candidato del gobernador Enrique Peña Nieto.
En torno a Encinas se agruparon el Partido de la Revolución Democrática, Convergencia y Partido del Trabajo, la Coalición Unidos Podemos Más; en torno a Eruviel el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Nueva Alianza y el Partido Verde Ecologista de México, la Coalición Unidos Por Ti; Luis Felipe Bravo Mena va solo como candidato del Partido Acción Nacional.
Contrario a lo que pudiera pensarse fue una campaña de propuestas y no de ataques, en las que propagandísticamente cada candidato hizo prevalecer su plataforma electoral y se ajustaron a sus contenidos y frases “estratégicas”, aunque para muchas personas, frases huecas y sin sentido:

La sociedad pudo observar a un Eruviel Ávila enfocado a un llamado ciudadano para votar por él, porque eso significaría en sí mismo pensar en grande (Piensa en grande…Eruviel Gobernador).
Como mensaje estratégico la campaña de Alejandro Encinas fue enfocada a sobreponerse a la alta popularidad del priista Enrique Peña Nieto (quien por cierto no apareció en medios y propaganda del candidato del PRI) con el slogan “Encinas Puede Más”, apelando a que la ciudadanía recordara la carrera de logros obtenidos como gobernante y jefe del Gobierno de la Capital del País.  .
Aún muchos nos preguntamos (socarronamente quizá) a qué se refirió el candidato del PAN con su “Ya basta”. Supuso erróneamente que los electores tenían el mismo diagnóstico de calamidades que él y querían poner un punto final a ello.  
Fue una campaña que transcurrió entre propuestas, pero sobre todo en promesas de apoyos sociales. Los tres candidatos, cada uno a su estilo y con sus limitaciones, enfocaron baterías hacia allá. En medio de ello, la supuesta firma de 6 mil compromisos por parte de Eruviel Ávila, la firma de 16 nuevos pactos sociales con Alejandro Encinas y la firma de varios acuerdos por Bravo Mena.    
Prevaleció la civilidad política y, hay que reconocerlo objetivamente, un cierto espíritu democrático de los participantes. Sin ello hubiera sido imposible pensar siquiera en la realización de debates públicos entre los contendientes.
Nunca en la historia del Estado de México los candidatos a gobernador habían debatido públicamente.
Los debates marcaron la tónica de las campañas, que también caminaron entre lo que cada uno de los candidatos hizo o dejo de hacer: Encinas como Jefe de Gobierno del DF, Eruviel como presidente Municipal de Ecatepec, Bravo Mena como secretario particular del Presidente Felipe Calderón. Aunque la campaña electoral se polarizó entre el PRI y el PRD.
Pretendiendo la derrota del otro, los propagandistas de Eruviel intentaron la estrategia de mostrar a un Encinas no oriundo del Estado de México incapaz de conocer los problemas de los mexiquenses; en contrario a Eruviel le reprocharon desaciertos como alcalde de Ecatepec, como la desaparición de las preparatorias municipales públicas y gratuitas, y le achacaron la responsabilidad en una larga lista de problemas sociales en el municipio.
No obstante que se sacaron los trapitos al sol, nunca sobre sus personas, si sobre sus actos y hechos, prevaleció un clima de civilidad entre los contendientes.
A todos quedó claro que en los debates Encinas fue mejor, que Bravo Mena quedó anulado y que Eruviel tuvo un desempeño óptimo, suficiente para no caer sustancialmente en las preferencias electorales.     
La civilidad mostrada por los contendientes, respetando las instituciones aunque fueran parciales y sus caminos, no es la misma que quedó abajo, en la calle, donde el uso de la nefasta propaganda negra provocó encono, molestia, ruptura de relaciones y, aunque aisladas, algunas agresiones. 
A eso contribuyeron los panfletos de todo tipo, mentirosos y agresivos, de uno y otro bando, que circularon por doquier y por decenas en redes sociales. Desde el volante repartido por miles en Metepec y Toluca, cuestionando a Encinas su propuesta de apoyo a madres solteras, inventándole que tenía un hijo no reconocido, pasando por propaganda homofóbica y denigratoria, como la que señaló a Eruviel como Erugay o Eburriel, y hasta los contenidos en twitter como #mientocomoeruviel, #incumplocomoeruviel #soyhomofobicocomoeruviel  #encinasnosabeperder  #encinasgatoperdedor  #mientocomoencinas  
Pero frente a esa civilidad de los contendientes y la disputa palmo a palmo en el terreno, la autoridad electoral quedó a deber. Debió haber construido con los partidos el espacio de consenso para hacer del proceso electoral un asunto creíble para todos.
Gracias al consenso y disposición de los actores polìticos, en 1999, el IEEM inauguró una etapa de fiscalización a los partidos con las revisiones precautorias a los gastos de campaña,  para verificar el no rebase de los topes de gasto de campaña. No estaban en la ley, pero todo mundo sabía que eran necesarias para darle credibilidad al proceso electoral.
El IEEM de ahora, con un criterio cerrado en extremo, autorizó las revisiones precautorias pero, increíblemente, sobre los gastos que harían los partidos y sus candidatos casi para finalizar la campaña electoral y no en todo la primer etapa, en la que los partidos hicieron sus mayores gastos de propaganda; y  absurda, pero legalmente, estableció que la información sería dada a conocer después de que tomara posesión del cargo el nuevo gobernador. ¡Ya para qué!
El IEEM no dio esa certeza tan necesaria porque a ojos de todos se realizó un “monstruoso” despliegue de propaganda del candidato Eruviel Ávila, que llegó a los rincones más escondidos de la entidad. Fue una propagandización tan homogénea y tan intensa que sólo es posible explicar como una excelente acción de coordinación centralizada, pero sobre todo, con una alta capacidad financiera para hacerlo.
Eso fue lo que no quiso revisar el IEEM para desgracia del proceso. Ese  gasto realizado en esta primer etapa de la campaña, en la que particularmente la coalición Unidos Por Ti, utilizó cientos de espectaculares, parabuses, autobuses y transporte del servicio público, módulos de atención en plazas comerciales, pantallas de plasma en plazas comerciales, miles de metros de pintura en bardas, miles y miles de lonas, millones de volantes, folletos, trípticos, lonas, calcomanías, incluyendo toda una gama inimaginable de productos utilitarios como vasos, jarras, encendedores, playeras, bolsas, pelotas, chalecos, y etc. etc.
Un elemento adicional: amén del gasto realizado, el despliegue propagandístico del PRI, se vio más por la ineficacia y deficiencia propagandística de los otros partidos, que a la fecha, tal vez, siguen preguntándose cómo relanzar su campaña.    
La actitud del IEEM más pareció una patraña para cubrir al PRI que para fiscalizar los gastos de campaña. Tras la denuncia de la coalición Unidos Podemos Más, que encabeza el PRD, tuvo que actuar el Tribunal Electoral a corregir la plana al IEEM y a ordenar que se den a conocer los resultados de las revisiones precautorias antes de que tome protesta el nuevo gobernador del estado.
No fue la única corrección (ni será) que le haga el Tribunal al IEEM. También le enmendó la plana al obligarlo a sancionar al candidato de la coalición Unidos Por Ti, encabezada por el PRI, por haber realizado actos anticipados de campaña, considerados no graves.
Contra su voluntad, los consejeros electorales del IEEM se vieron obligados a sancionar a Eruviel Ávila con un monto de poco más de 26 mil pesos, una multa raquìtica, de a mentiritas. En todo caso la mayor sanción será moral.  Evidentemente el IEEM no le dio gusto a la Oposición y siempre consideró como una tontería la propuesta de cancelación del registro de la candidatura de Eruviel Ávila por el rebase de topes de gastos de campaña.
Lejos de apoyar el proceso, con sus mensajes de “Ahora que ya sabes que va a pasar en el Estado de México, el próximo 3 de julio, vota”, el IEEM convalidó una estrategia propagandística utilizada por el PRI aún antes de que iniciaran las campañas, para colocar a Eruviel Avila como inalcanzable y virtual ganador, a partir de la utilización de supuestas encuestas, y que logró permear en la sociedad: Independientemente de quién sea el mejor candidato, el PRI va a ganar.
Su estrategia funcionó. Casi todo mundo basado en la encuesta de marketing  diaria de Milenio y el Grupo de Comunicación Estratégica creyó que Eruviel Avila arrasaría con más de 25 puntos de ventaja, y hablaba generalizando que “las encuestas ponen arriba a Eruviel”. ¿Cuáles encuestas? Nadie conocía ninguna más hasta que dos diarios nacionales más publicaron también resultados parecidos.     
Lo que va a pasar en el Estado de México es que si no se tienen procesos electorales limpios, creíbles, legales, con una autoridad que de certeza, objetividad e imparcialidad a los procesos electorales, con resultados creíbles, las elecciones quedarán rebasadas como forma de acceso al poder.        
Con todo y una autoridad electoral cuestionada, millones de personas saldrán a votar en las más de 17 mil casillas que se instalarán. Y seguro habrá un ganador, esperemos que no sea el abstencionismo, estimado en un 55 por ciento.
Salvo que ocurra algo extraordinario, como un movimiento social que tome las calles, cosa que se observa improbable, este año el Estado de México tendrá nuevo gobernador producto de las urnas.
En breve quedarán para la historia todas las denuncias en materia de inequidad e ilegalidad de la contienda,  de compra y coacción del voto, rebase de topes de campaña, uso indebido de recursos públicos, uso probable del dinero del narco, uso de dinero y apoyos no permitidos por ley, uso de niños por parte del PRI para elaborar su propaganda, uso de los vehículos de Televisa para distribuir despensas del PRI en Chimalhuacán.
La campaña electoral en el Estado de México ha terminado.
A tres días de las elecciones, la naturaleza nos recuerda que hay serios y graves problemas sin resolver. Las torrenciales lluvias que han inundado varias zonas del Estado de México y que han desbordado el Río de los Remedios, en el mismo punto que la vez anterior, afectando a miles de  personas, son un llamado de atención para combatir la pobreza y para que quien esté en el gobierno se dedique a servir y no a servirse.           
Es tiempo de la jornada electoral el próximo domingo. Esperemos que no se caiga el sistema de conteo de votos ni se manipule, el ganador necesita toda la legitimidad posible porque al día siguiente, empezará el nuevo reto de recomponer el Estado de México. 

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