Harry Potter, la Varita de Saúco y la renuncia al poder

Después de morir y resucitar para vencer al poderoso y malévolo Lord Voldemort con su Varita de Saúco, Harry Potter, ese joven que es como millones en el Mundo, renuncia al poder y a ser invencible en la faz de su Mundo.
En las Reliquias de la Muerte, Harry Potter se convierte en el propietario de la varita mágica más poderosa existente. Con ella destruye a Voldemort.. Es suya. Le pertenece.
Con su Varita de Saúco está colocado frente a la inminente posibilidad de dirigir el futuro de su sociedad con su visión de gente buena y con la experiencia acumulada en su misión de no permitir que el mal gobernara, pero renuncia a ella.
Ante la mirada atónita y el gesto de decepción de sus mejores amigos Ron Weasley y Hermione Granger, quienes le acaban de decir que con la Varita de Saúco es invencible, Harry Potter la rompe y la tira a un abismo.
La escena siguiente es la del final feliz, con sus familias y sus hijos, todos contentos.
Harry Potter evoca lo que pasa en la sociedad; miles, millones de jóvenes nobles están renunciando a la posibilidad de dirigir a sus sociedades, de incidir positivamente en ellas, de obtener o ejercer su poder.
Con tristeza podemos observar otros tantos jóvenes que se involucran en las causas, que participan en los partidos, que se vinculan a los dirigentes, sin metas sanas o sin objetivos democráticos, sino por la simple obtención de poder y riqueza y el bienestar personal a costa de todo.
Pero no se culpe a estos jóvenes, sólo están actuando bajo los patrones éticos que han adoptado los adultos inmersos en la política que les sirven de inspiración.
Es mucho lo que debe hacer la sociedad y los gobiernos por los jóvenes para empoderarlos con valores cívicos, culturales y democráticos para que dirijan el mundo o sean los mejores en sus respectivos ámbitos de interés o en sus actividades, se enfrenten con fuerza a los desafíos de la vida y a los precursores de los males de la sociedad y para que no renuncien a ser los líderes capaces del futuro.
Profunda alegría debe darnos el saber que muchos niños buenos, a diferencia de Harry Potter, hoy andan en busca de una varita como la que usó en la película. Algunos, incluso, hicieron berrinche a la salida del cine o en sus casas tratando de lograr con ello obtener ese objeto preciado.
Desde donde estemos, con lo que tengamos y podamos, hagamos lo necesario para formar y empoderar a los niños y a los jóvenes, y particularmente a los que andan en busca de esas varitas.

P.D. ¿Alguien sabe cómo se hacen? …o de perdida ¿Dónde las venden?

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