De fútbol, triunfos y derrotas

Nuestra cultura nos hace hablar de la terrible derrota,  la masacre de Brasil frente al equipo de Alemania. 
La noticia no es que el equipo alemán haya ganado contundentemente sino que el equipo de Brasil perdió de forma vil. 
La derrota, para la mayoría, pesa más que el triunfo.
Y esta derrota futbolística le salió barata a  Brasil por su contundencia, no a nivel futbolístico, sino a nivel social.
Una derrota de dos o tres a cero  habría significado el argumento para una sociedad brasileña enfurecida y brava, resentida. 
Los disturbios en la sociedad brasileña realmente no son equiparables a la magnitud del 7-1. 
Mi hipótesis es que la contundencia del triunfo alemán dejó sin argumentos para la frustración, el resentimiento y el reclamo profundo a la sociedad brasileña. 
El esquema del resentimiento y la molestia puede verse en México. 
Pasarán años antes que la inconformidad se borre porque quedó en el ya mérito, en la antesala y la posibilidad inminente de triunfo, en la crítica a la forma de "echarse pa tras" en el partido cuando debió hacerlo palante. 
La frase "No fue penal", que se ha extendido en redes sociales y en todos los círculos sociales muestra una forma de inconformidad y resentimiento que los mexicanos cargarán día a día por años. 
Pudimos haber ganado dicen los mexicanos, y lo dirán por mucho tiempo. Nos masacraron dicen los brasileños, no había como lograr el triunfo. 
Frente a la derrota absoluta hay una resignación total, frente a la derrota "a medias" una frustración personal y hasta colectiva. 
Los alemanes siempre pensaron en el triunfo. Su condición de vencedores en el 3-0 no les importó y siguieron buscando una y otra vez el gol. 
Que importante la mentalidad en el encuentro deportivo, aunque llegó un momento, en el 7-0,  en el que a ninguno de los equipos les importaba ganar o perder. 
Alemania se dedicó entonces a jugar fútbol, pero ya no a ganar, y Brasil a dejar de jugar, pero ya no a perder. 
Gran lección de mentalidad triunfadora dieron los alemanes, podrían haberse quedado en un 3-0 pero fueron por más, como si fueran perdiendo, hasta llegar a 7. 
¿Por qué Alemania no le metió 14 goles a Brasil? Porque se les acabó el tiempo, pero su "éxtasis" estaba en anotar y anotar más. 
No era saña de "apabullar" o "masacrar" al equipo brasileño. No se trataba de humillarlos, en la mentalidad de los alemanes están simplemente el hecho de jugar y jugar sin importar ya la competencia. 
El equipo Brasileño, eterno favorito en los mundiales, esta vez le dio una gran derrota a su pueblo que le deberá servir para levantarse nuevamente airoso en todos los ámbitos de la vida.  
La contundencia del fracaso anuló hasta las ganas de la mayoría de salir a las calles a protestar por el fracaso económico mundialista en el que quedará Brasil después del mundial, con estadios de costo millonario sin uso y sin el dinero necesario para combatir el grave rezago social 
De facto el equipo Brasileño le dio, la razón a los opositores a su régimen de gobierno en el sentido de que habían hecho inversiones multimillonarias en balde. 
Para el pueblo Alemán quizá su contundente triunfo es sólo uno mas de los muchos que a diario tienen como sociedad.  
Alemania es una potencia, en muchos sentidos, lo logró después de guerras, derrotas y holocaustos. 
El pueblo alemán siempre será ejemplo de que la derrota y el fracaso siempre serán buenos compañeros para el inicio del siguiente triunfo. 
De los alemanes debemos aprender los mexicanos para evitar sentimientos de triunfo cuando no se ha ganado, o aún no se gana, para evitar bajar la guardia, disminuir el esfuerzo, 
Nuestras opciones de conformismo no son opciones. 
De los brasileños debemos aprender que la derrota contundente es mejor. 


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