No estaba muerto....

En los acontecimientos de hoy, en el marco de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como Presidente de México,  muchos  dimos por buena información imprecisa generada por quienes  estaban en el lugar de los hechos, respecto de un manifestante muerto.
 Pero ¿Que podía pensar quién la difundió si tenia en frente un cuerpo inerte, inmovil,  tirado en el suelo, con un hoyo en la cabeza, con la masa encefálica expuesta, ensangrentado, inconsciente? Eso, seguro, se parece a un muerto.   De hecho podría calificarse en el instante, antes de que intervinieran con procedimientos médicos, como muerte aparente.
Pero. lo que vale es la muerte clínica  y esta ocurre cuando desaparecen todas las señales externas de vida, conciencia, pulso, respiración. Y esta, incluso puede ser reversible. 
Pero hay una gran diferencia entre estar clínicamente vivo o muerto o estar biológicamente muerto. 
La muerte biológica no es reversible y esta determinada por lesiones cebrales irreversibles, como las que parece tener el manifestante.  
Pronto los apologistas del sistema se apresuraron a minimizar el hecho y salieron a decir no está muerto.  Que bueno¡ A estas horas lo califican como un herido grave.  
Por salud del manifestante, por salud de la Nación esperamos se recupere pronto y mantenga la vida. De lo contrario se convertirá en un símbolo que marcará el inicio del 
nuevo gobierno. 
Una cosa más, por mucho acto vandálico realizado en el DF intentar de minimizar este hecho es una actitud propia de una sociedad y un régimen autoritario, que menosprecia la vida y justifica la violencia.

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