Hay que amar al árbol de Navidad.

En diciembre se aman los árboles, la gente los mete a sus casas y mucho transcurrirá al rededor de ellos. Desprenden alegría, destellan luz, simbolizan unión y provocan la emoción feliz de los más puros e inocentes y los hacen soñar con juegos, juguetes y seres mágicos venidos de estrellas, con señores gordos vestidos de rojo. ¿Alguien entendería diciembre sin un árbol?  ¿Y el resto del año? Los árboles más viejos y más grandes del mundo, que son los organismos vivos más antiguos del planeta están desapareciendo de manera alarmante, advierten científicos australianos y estadounidenses. 
Los árboles se pierden entre  las llamas incontenible, en la sed de terreno para sembrar, en la ambición humana para obtener madera y otras cosas que significan dinero.. 
 Hoy sólo quedan vestigios de enormes zonas de la Tierra en las que durante cien, doscientos, trescientos años, crecían frondosos árboles en los que anidaban  los pájaros, en los que se posaban  las mariposas y se hacia la vida.
Que bueno que se tengan árboles en diciembre. Ojalá se tuvieran siempre y así como se cuida y se procura tenerlo bello, tenerlo lindo, para las fiestas de invierno, de Navidad, de año nuevo, así se procuraran a los demás el resto del año. Hay que amar al árbol de navidad.

Comentarios

Entradas populares